sábado, 29 de diciembre de 2012

Arte


LOS PRESENTADORES
Lo malo de un país no es que haya, una monarquía o no, exista este u otro gobierno. Lo malo de un país es que su nivel cultural de lugar a que a una persona la llamen princesa del pueblo, simplemente por haber tenido una hija con un torero y estar todos los días en la pequeña pantalla enumerando sus amoríos. La televisión y el aburrimiento, hace que personas que sin haber pegado “un palo al agua en su vida”, se lo lleven calentito, máxime cuando ahora hay infinidad de profesionales que con oficios a sus espaldas, se ven abocados a las colas del paro y a expedientes de suspensiones que son un atropello para la dignidad de la clase trabajadora.

Cuanto se echa de menos por ejemplo a Mariano Medina, aquel “Hombre del Tiempo”,  de Televisión Española, que con su sensata humanidad nos hablaba de la probabilidad del clima que nos acechaba, incluso daba la impresión de que nos prestaba su paraguas por si nos hiciera falta. Con gran devoción esperábamos su pronóstico de los viernes, para asegurarnos de que el fin de semana, podíamos ir de campo o de excursión, o podíamos participar en un evento familiar. Hoy en cambio, los presentadores como el tal Bracero ese que aparece en televisión, se parecen poco más o menos a un ser que “NOS PERDONAN LA VIDA”, cuando nos imponen el pronóstico del tiempo, todo ello desenvuelto, en esos escenarios más propios de la Guerra de la Galaxias, que de una televisión para informar. Oyendo a este hombre y a otros como él, da la impresión que ellos tienen CAPACIDAD PARA MODIFICAR TODO INCLUSO EL TIEMPO. Verlos en acción es todo un esperpento, demostrando en todo momento de que están poco menos que locos, por comunicarnos de que el CALOR NOS VA A DERRETIR, Y LA LLUVIA NOS VA A INUNDAR. Son seres tan patéticos, que desde el escenario que nos dicen esas “cosas” dan la sensación de que comentar para ellos un posible TSUNAMI, sería su “morbosa noticia ideal” para su protagonismo y deleite.

Y es que en las televisiones, se creen que todo el monte es orégano, como diría el refrán. Hay que ver el “por culo” que están dando con la dichosa “Prima de Riesgo”, hay que ver el cachondeo que se traen cuando le oyes decir: “Que pasa fulano, sube o baja la Prima de Riesgo”, tratando el tema con una frivolidad como si ellos estuvieran al margen o excentos de todo. De sobra sabemos todos, que son muchas veces las televisiones “cargadas de estructuras parásitas”, las que suponen una “lacra” y deuda permanente para el país.


LOS ARTISTAS
El otro día medio en broma medio en serio, en “Casa Bartolo”, .había un Maestro de Escuela en paro (pendiente de oposición), que decía que Estados Unidos, era un país que tendría que aprender mucho de nosotros en el tema del Septimo Arte. Para ello, nos hablaba de que los americanos tenían un ACTORS STUDIO, (Fundado por Elia Kazan, Cheryl Carwford y Rober Lewis), dicho Studio era conocido por su trabajo refinado en ensenñar el Método. De allí salieron artistas de cine como: James Balwin, Marlo Brando, Carrol Baker, Dustin Hoffman, Steve McQueen, Paul Newman, Al Pacino,  James Dean, Rober de Niro,  Motngomery Clift, etc. etc. Pero que aquí en España, hemos simplicado costos, y hemos sustituido el Actors Studio, por una especie de programas, parecidos a “SALVAME”, en donde todo el que pasa por allí, o es criticado y se hace artista por la fuerza de la audiencia. Siguiendo con el “Bar Bartolo”, hemos podido saber que al hijo de la Pantoja, el tal “Quico Rivera”, lo han comparado incluso con Robert de Niro, a la hora de proponerlo para un Oscar. Nada nos tiene que extrañar de este país, que cuando incrementa sus parados de día en día, tiene los medios de comunicación con una sensibilidad exquisita para producir artistas como el tal Quico ese.
De una forma u otra, así funciona este país, en donde la Televisión del Chisme, las “Bragas usadas, y los Cuernos recién puestos”, son como el referente moral de un país, que en lo económico está para la UVI. Lo lamentable de todo este dasaguisado, es que esas televisiones en su mayoría, tienen que recurrir luego a final de año a las subvenciones oficiales para salir a flote.


VIEJOS TÓPICOS
La mayoría de los gobernantes de este país, que según distintos organismos europeos,  será de los últimos países en salir de la crisis económica, apuestan claramente por dulcificar la mala imagen de los políticos, (que no saben nada más que prometer), pues su único logro hasta ahora, es aumentar el número de parados. Pero eso si, con absoluta libertad. El gabinete actual que rige la economía del país, ante la enorme crisis que lo envuelve, ha optado por sacar del “baúl” del NODO, todo aquello que tanto criticaron en su día al dictador.

En aquellos tiempos (años 1950-1965). Televisión Española, nos ponía los partidos que el Real Madrid jugaba en la llamada copa de Europa. A pesar de que todo el país lo agradecía, los “demócratas” de siempre decían que con ello. “nos comían el coco a los españoles”. Pasaba lo mismo con las corridas de “El Cordobés”. Eran corridas que toda España se peleaba por ver y Televisión Española, ante el interés general que representaban estas corridas de toros, no tenía más remedio que ofrecerlas. Ni que las calles se quedaran solas ante el interés de la gente para ver torear al “El Cordobés”, era suficiente para que los puritanos “demócratas” de siempre siguieran diciendo: “Nos comen el coco con las corridas”.

Actualmente los políticos que nos conducen por el sendero del paro y los recortes, sembrando gran preocupación ante la fiabilidad de las pensiones, y la propia solvencia de la Seguridad Social, han abierto como hemos dicho el baúl del NODO, y nos están ofreciendo a marchas forzadas “fútbol a todas horas”. Se podría decir que a falta del “Parte Nacional”, que por radio era obligatorio en la dictadura, ahora llenan todas las televisiones con programas reiterativos de fútbol y cocina, como si el problema fuera el de saber guisar y condimentar las comidas. Cuando realmente el problema será el de tener trabajo y medios económicos para poder comprar la comida. Igualmente las televisiones (la mitad pagadas con el erario público), tienen el descaro de ofrecernos tertulias culturales y políticas a todas horas, con una pléyade de tertulianos que en su mayoría no le han pegado un palo al agua en su vida, y que sólo saben “restregar los trapos sucios” de todo el que se mueve.. Ya se olvidaron aquellas frases de: “Nos comen el coco con el fútbol”. Ahora estas prácticas “de disuación” son las que usan los políticos para tapar sus latentes carencias.


OBRA DE ARTE
No obstante hay que reconocer “El arte” de programas televisivos como  “EL TAXI”, Su nivel cultural, su emoción y su música de fondo, se puede considerar que es una auténtica obra de arte. Pero el país en conjunto está medio loco, pues mientras en algunas regiones prohíben los toros, en otras tenemos toros hasta en la sopa. Ya si no era bastante con los toreros, ahora también con las mujeres de los toreros. (Canal Sur), Y es que el importe de esos programas, da la impresión de que los paga el “cura del Realejo”.

Desde siempre nos han hablado de muchas “obras de arte” y  nos han metido en la cabeza, que el arte era patrimonio de los pintores, de los escultores, de los actores de cine y de teatro, de los toreros, de los poetas y literarios, e incluso de algunos futbolistas. Desgraciadamente nunca han caído en la cuenta de otras “obras de arte”, que se han dado en algún tipo de trabajos manuales, realizados por trabajadores excepcionales.

-Cuando sufríamos el tener que hacer una determinada lámina de dibujo, un ajuste o una pieza de torno, nos parecía poco menos que un “arte”, comprobar como algunos compañeros lo hacían todo con tremenda facilidad.

-Igual podríamos decir al comprobar con el “arte” que se decoraban aquellos jardines del patio central de la Universidad Laboral.
-En el citado recinto, mencionado anteriormente, había muchas cosas de arte, en el Paraninfo, en la Iglesia, en los Comedores, en muchos sitios…
-También había “arte” en la sincronización de los trabajos del día a día de aquellos empleados, que mantenían nuestra Universidad como una patena. Tenían las comidas con exquisita calidad y siempre a su hora. Ellos lo hacían todo sin tanto bombo y platillo como se le da hoy a cualquier centro de aquellas características.

Pero entre tanto “artista” vamos a traer a estas líneas a dos personajes que para muchos de nosotros, tenían algo de entrañables.

Me quiero centrar primero en D. Miguel del Toro, profesor de taller de la Universidad Laboral y un auténtico “artista”, en el tema de la soldadura. Este hombre llegó de la provincia de Jaén y parece ser que entró porque venia recomendado por su suegro, que al parecer era “barbero” del mismísimo Franco. Bromas aparte, este profesor era una enciclopedia en los temas de soldadura, especialmente en la oxiacetilénica. A él correspondió prácticamente toda la instalación del acetileno y la puesta en marcha de esa sección en los Talleres Generales de la citada Universidad.

En segundo lugar en el Sr. Chico, (1958), gran especialista en soldadura eléctrica. Ambos profesores, llevaron a cabo una alta demostración técnica de soldadura, cada uno por un lado, manteniendo un baño común y soldando con electrodos recubiertos de gran diámetro, realizaron una soldadura a tope de una llanta de 40 mm. de espesor. La soldadura la hicieron del tipo ascendente, sobre una altura de 400 mm.  Todo el trabajo lo hicieron perfectamente sincronizados, a pesar de que cada uno estaba por un lado. Para la mayoría de los que presenciamos aquella prueba, pudimos intuir una “obra de arte”. Desde luego quien mejor pueden valorar este trabajo son  compañeros como,  José M. Vozmediano Valderas o  Fernando Sordo Noriega, que fueron grandes especialistas en los temas de soldadura.
Este trabajo fue realizado ante una concurrencia de unos veinte alumnos (Aula 2-A), que quedamos estupefactos ante lo que se nos antojoba como una “obra de arte”.

El Sr. Del Toro, fue una autoridad a nivel nacional en todos los tipos de soldadura, inclusive en la de aluminio. Desde su puesto en el CENIM, enseñó y homologó a media España. Entre ellos se puede citar a Mateo Maya Sánchez,  que siendo responsable del departamento de soldadura de la Westhinghouse, le resolvió un problema técnico al arquitecto restaurador del Gran Teatro de Córdoba, Sr. Gómez Luengo, que llevaba varios días sin dormir pensando en la soldadura de unos pendolones de sujeción para las barandillas de los anfiteatros. El amigo Mateo, le devolvió la tranquilidad del sueño, aclarándole el problema de las probetas.

En los años 1978, el Ayuntamiento de Córdoba adquirió el vetusto Gran Teatro para transformarlo en una sala moderna. Atrás quedaba toda una historia pasada de funciones de la tarde, en las que el “gallinero”, aquellas simpáticas localidades económicas, lugar elegido por los soldados, y toda clase de juventud, que hacia un ruido estruendoso al entrar. Cuando sonaba el “tercer rÍngg.”, todo el mundo se callaba y empezaban en la mayoría de los casos, dos películas. Una la que echaban en la lejana pantalla, y otra la que tenía lugar en aquellos asientos, y de la que era la principal protagonista la famosa “Cerrita”, que a peseta por cabeza, empezaba su función…Algunos compañeros de la Universidad, estuvieron entre sus clientes.

En otro orden de cosas quiero destacar a otra artista llamada Fernanda Alba Cabello, que desde primera hora estuvo en la Universidad hasta su jubilación. Actualmente vive en el Cerro del Campo de la Verdad, plagada de dolores y achaques (82 años). El arte de esta eficiente mujer trabajadora, su puede relacionar con el brillo que tenían los pasillos de nuestro Colegio Gran Capitán, sus duchas, sus habitaciones y sus aulas. Esta mujer y todas las limpiadoras que como ella utilizaron aquellas seudo-fregonas, de tanto pasar y pasar dicha bayeta a golpe de riñones, dieron pulimento y brillo a aquellos recordados pasillos.

Esta mujer Fernanda, pertenecía a una amplia familia originaria de Lucena y que llegaron a Córdoba, al principio de los cincuenta. Todos los hermanos además de grandes trabajadores, tenían un arte especial para el cante o el baile. Su hermano Cristóbal, ha sido uno de los mejores cantaores de saetas que han pasado por Córdoba. Compitió con  La famosa Talegona y Luis Chofles, quedándose campeón varias veces. Recuerdo una entrega de trofeos celebrada en el Circulo de la Amistad, donde el padre Alberto Riera, (ligado a la Hermandad del Amor), presidió el Jurado que le otorgó el primer premio al hermano de Fernanda.

Finalmente he de indicar que Fernanda, y todos sus compañeros trabajadores de la Universidad Laboral, fueron de un lado para otro porque ningún Ministerio se quería hacer cargo de ellos. Solamente al final de su trayectoria profesional fueron reconocidos como seudo-funcionarios.
Contracta como la sociedad en general suele pagar “estas obras de arte” del deber cumplido con honradez y entrega, con otras “actuaciones” pagadas con sueldos importantes como se le pagan a muchas personas en la radio y la televisión, que lo más meritorio que han hecho en su vida, es contar  y sacar a relucir todos sus trapos sucios y los del vecino, eso si, con el descaro suficiente de no haber pegado un palo al agua en su vida. No hay que ver nada más que una tertulia de esas LLAMADAS DE FÚTBOL, que para comentar cualquier tontería, se junta siete u ocho, seudo-periodistas, que siempre emiten juicios a posterióri. O esas otras tertulias de televisión en donde los amoríos y desviaciones de la gente, forma parte principal de su dialogo, presentado generalmente por una caterva de impresentables que por su descaro causan náuseas.

Igualmente que bien distinta es la situación que tuvieron que soportar estos trabajadores, profesores y empleados de la Universidad Laboral, que con la llegada de la democracia, cayeron en una dejadez y olvido por parte de los políticos, pues siempre dio la sensación que a ellos, estos funcionarios no les interesaba pues le recordaban demasiado al "patas cortas".

miércoles, 10 de octubre de 2012

Novillada


 “Cuadrilla” de la Universidad Laboral, que intervino en el Festival Taurino que Organizó la Facultad de Veterinaria en Córdoba.
Marzo de 1958.

El primero de la derecha es Antonio Arjona, de Córdoba, seguido de Teodoro Pérez de Pedro “Viana” en el argot del fútbol. El primer Rector, el Padre Fray Miguel Fraile, al lado y con sombrero cordobés el más joven de todos (15 años), José Manuel Sánchez, de Salamanca, gran aficionado al toro y que fue seleccionado para esta “novillada” por un “casting” de toreo de salón que se celebró en la Universidad Laboral. Apareció en los carteles con el nombre de: “EL NIÑO DE SALAMANCA”. A su derecha Jerónimo Arjona, compañero externo. Luego le sigue Pérez Gant, alumno entrañable del Aula XXIX, y cierra el grupo, El “Barbero” de la Universidad, Arjona, padre de Antonio. Creo que salvo el torero, todos eran compañeros del Colegio Gran Capitán.

El que aparece a la derecha y con corbata es un novillero cordobés llamado José Sánchez Saco. Están en el patio de la Plaza de Toros de los Tejares, en donde el conserje, Luis Llamas, se mostró muy atento con ellos y debajo de la parra que entoldaba su vivienda, le ofreció agua al dominico.

Ni que decir tiene que el “NIÑO DE SALAMANCA”, ´tuvo una gran actuación y es de los pocos privilegiados que pueden contar QUE DIO UNA VUELTA AL RUEDO, en el viejo Coso de los Tejares, allí en donde toreó, Manolete, Machaquito, Guerrita, Lagartijo, El Cordobés, y tantos y tantos toreros figuras como ha habido en el escalafón.


lunes, 9 de julio de 2012

¿Quién fue el mejor?



Durante aquellos años de 1959, había cuatro Universidades Laborales, que fueron pioneras de todo lo que fue luego una “masificación” de esta idea inicial. Aparecieron Universidades Laborales por todos los rincones de España, con ánimo quizás de quitar importancia a las de Córdoba, Sevilla, Tarragona y Gijón, que fueron las iniciales en esta revolución que para los hijos de los trabajadores, significaron las Universidades Laborales, le pese a quien le pese.

En aquellos tiempos 1955-1965, abundaban las escuelas de Aprendices y las Escuelas profesionales y las Universidades Laborales, vinieron a ser la ratificación de que los hijos de los trabajadores, podían aspirar a cualquier puesto en la Sociedad.

A nivel de aprendices, había una estructura, que regulaban unas competiciones y concursos de superación. Con aquellos concursos locales, regionales,  nacionales e incluso internacionales, se estimulaban a los aprendices a conseguir sus mejores logros. Eran bonitas aquellas competiciones. Simplemente con ver las herramientas que traían los alemanes y los japoneses, ya se disfrutaba. 



En la Universidad Laboral de Córdoba, tuvimos a un malagueño, llamado Miguel Velasco Galiana, que además de amar el atletismo, (era campeón de lanzamiento de Disco), era un fuera de serie en el tema del ajuste “DE LA COLA DE MILANO”, hasta el punto de que llegó a Campeón Internacional, compitiendo incluso con los franceses, alemanes, italianos y japoneses, que venían con unos equipos de medición que asombraban.

Su principal mentor fue D. Alejandro San José, un profesor serio y gran profesional, que dio prestigio al profesorado de Córdoba y a la misma Universidad Laboral, lástima que al casarse, se marchara a Zamora, en donde falleció relativamente joven, dejando esposa y dos hijas.

Luego Miguel Velasco Galiana, quizás intuyendo, que esta profesión sería "barrida" por el avance de la tecnología, (hasta prácticamente desaparecer), se hizo profesional de la Delineación, para lo que también tenía muchas cualidades y se colocó en una Oficina Técnica del Ayuntamiento de Málaga, en donde felizmente se ha jubilado..

Por otra parte y durante nuestra estancia en la Universidad de Sevilla, (1961-62), nos encontramos con un grupo de Palentinos, que era el orgullo de aquel Colegio Bartolomé Esteban Murillo, de la citada Universidad de Sevilla, Allí estaban en sana "competencia". con los "Bejaranos", que con Fernando Martín a la cabeza, tenían también mucha popularidad por su simpatía. El líder de los "palentinos", era Antonio Antolín de la Corte, al que llamaban de forma popular el “Tolo”, gran jugador de fútbol, pero más aficionado aún a los toros. Pero según nos confirmó un día D. Antonio Deblas, (salesiano de talleres), el también palentino, Rafael González Gómez, campeón internacional por aquellos años, era lo más perfecto que ellos habían visto en el arte de ajuste llamado “COLA DE MILANO”, También D. Antonio Valenciano, salesiano, ingeniero y hombre sabio en el tema de talleres nos confirmó lo mismo.

Dejo a la opinión de los compañeros, la difícil decisión de elegir al mejor.

domingo, 24 de junio de 2012

Semblanza de José María Iserte Monterde


José María Iserte Monterde, valenciano simpático y dicharachero, ingresó en la Universidad en el año 1957, y llegó al Colegio Gran Capitán. (Prácticamente a los cincuenta años de esa  fecha falleció).

Después de distribuirnos por Aulas, a él lo ascendieron a Jefe de Aula, en la XXVIII, y la verdad que medio en broma medio en serio, llevaba bien el cargo. El padre Pedraz, el profesor que tuvimos durante un poco tiempo de Historia, decía de él, que tenía un perfil griego, y todo fue porque le contestó perfectamente la epopeya de los saguntinos. No que no se percató el padre Pedraz, que casi toda la pregunta se la sopló Serra, valenciano de Sueca, que estaba puesto en todo..

Aunque era valenciano de pro, tenía una gran amistad con el madrileño Piñón Barberá. Recuerdo todavía la vez que tuvo que intervenir cuando se suscitó una acalorada discusión entre José Vázquez Martín, de Córdoba, del Campo de la Verdad,  y el citado Piñón Barberá, paisano de Madrid, de Eulalio Vázquez Yagüe.

El motivo “raro” de la discusión era nada más y nada menos que cual era la ciudad que más autobuses tenía. El bueno de José Vázquez Martín, con su luenga “trapeada”, seguía encabezonado con el alto y frágil  Piñón, el cual detrás de sus gafas de “culo de vaso”, se reía irónicamente por toda discusión. .En apoyo del amigo Vázquez, surgió su compañero de banca, el “pelirrojo” Contreras Cantador, que por lo que se veía sabían poco de Madrid. 

Fue entonces y en ese momento, cuando a petición de Murall Vila, que lo habían pillado en medio de la discusión, intervino el Jefe de Aula, José Mª Iserte. Con la cara impregnada de aquella risa “cachonda” que siempre le acompañaba. Se acercó con aparente autoridad y  les ordenó que se callaran. Pero no lo decía de malas maneras, porque se limitaba a decir su frase preferida. “Va, vale ya, dejaros de autobuses”.

José María Iserte, no sé si fue aficionado a los toros o no, pero si fue un personaje que en el Colegio Gran Capitán, puso de moda las gafas “manoletinas” y la verdad es que las llevaba con mucho garbo. A él no le importaba que hiciera sol o sombra, el decía que se escondía detrás de ellas. Un día el padre Bartolo (Bartolomé Vicens Fiol), que era un guasón cuando quería, le dijo después de un examen de matemáticas. “Tienes un perfil con nariz incluida que se corresponde con un torero”. Aquello fue más o menos por el tiempo que empezó la guerra de Sidi Ifni y que el padre Formentin, que con el tiempo perteneció al Centro de Investigaciones Científicas, nos explicó con pelos y señales los motivos e historia del conflicto.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Los escudos de la UNI



Al entrar en la página Web, hablas de los "escudos de la ULC, de los años sesenta. Curiosamente con la llegada del Sr. Valenzuela Vilchez, profesor de Ajuste-Matriceria, en el curso 1958-59. Fue cuando empezó la actividad en temas de matriceria en los talleres de la Universidad. 



Después de una serie de ajustes que se terminaba con la COLA DE MILANO, se hacía un compas de "Punta y baile" y luego se hacía una "Matriz de paso", que se correspondía con un número o una letra, estos ejercicios se culminaron al terminar la Oficialia.



Indudablemente en el Aula de Ajuste, había alumnos muy aventajados, quizás porque aparte de su habilidad, también venian procedentes de escuelas de aprendices (fundamentalmente Salesianas). Estos alumnos obviamente superaron este número de ejercicios, por lo que hicieron otros trabajos más especiales. (bien es verdad que eran mayores)

No cabe duda de que entre los más destacados, estuvieron Castillo Torres, Rafael Gutierrez, Ibañez Hoyos, Velasco Galiana, Muñoz Camacho (+), Ortega Carmona, Severiano Fuentes, Serafin Guerrero y Eulogio López. etc. etc.

Y al estar sobrados de prácticas, fueron ellos precisamente los que colaboraron de lleno en la ejecución del primer cortador para EL ESCUDO DE LA UNIVERSIDAD, bajo la dirección del Sr. Valenzuela. Este escudo debidamente policromado se asumió por la Universidad Laboral de Córdoba.

martes, 1 de mayo de 2012

El tren carreta y Legazpi


En el mes de diciembre 1961, (18/12/1961), nos montamos en el “Tren Carreta” a las cuatro de la tarde en Sevilla y llegamos a Madrid a altas horas de la noche. Al principio del viaje, todo era contar chistes, relatar historietas, pero a medida que iban pasando las horas, todo el mundo quedó volcado  por el cansancio y la rutina del viaje.


 En nuestro vagón íbamos entre otros, el bejarano, Fernando Martín, Juan Rodríguez,  Ángel García, Manuel Aguza, Eulogio López, uno que le llamábamos el “boquerón” (de Málaga), otro que era Naranjo, (el valenciano), el Sr. Villota, y yo.

El tren en el que nos metieron era lamentable, tanto por la precariedad y la dureza de sus asientos, como por la desesperante lentitud de su marcha. No había estación en la que no tuviera que parar y en la mayoría de los casos para “dejar paso” a cualquier tren que rápido venía detrás. Al pasar de Córdoba, ya llegó como hemos dicho el cansancio y fue en Villa del Río, donde yo comenté que era el lugar de nacimiento del locutor deportivo Matías Prats. Todos me oyeron menos el Sr. Villota, que con la boca entreabierta ya estaba roncando. El “cachondo” de Naranjo, aquel simpático valenciano, que tenía su habitación llena de Poster de “Juan y Junior”, quiso gastarle una pequeña broma, pero se impuso el criterio del respeto del resto.

Y es que el Sr. Villota, (maestro de torno), era una buena persona, solamente que como buen sevillano, era algo fanfarrón. Si hablaba del Rocío, daba la impresión de que “masticaba” la arena de las marismas, y si hablaba de fútbol, pocos habían como “Pepillo”, (delantero sevillísta), y que por aquellos tiempos había fichado por el Madrid. Nadie sin embargo discutía su categoría profesional, pues sin duda tenía que ser un buen tornero, para estar en la nómina de unos talleres (Universidad Laboral de Sevilla), que estaba regentada por los Salesianos y que éstos por su dedicación inmemorial a las Escuelas profesionales, tenían acreditados seglares en todas las profesiones.   

EN LA CALLE AZCONA

Llegamos a Madrid, bien avanzada la noche y nos alojaron en lo que en aquellos tiempos se llamaba “LA ESCUELA DEL TRABAJO, de la Calle Azcona. Curiosamente esta Escuela, fue fundada por el Padre Fray Miguel Fraile, que fue el primer Rector que tuvo la Universidad Laboral de Córdoba.

Aunque llegamos ya avanzada la noche, nos llamaron  la atención de dicha calle, de que tenía en sus paredes próximas a la Escuela, unas pintadas de aquellas prohibidas en la época. Una de ellas decía: “LIBERTAD Y AUTOGESTION” y otra “ABAJO EL RÉGIMEN MILITAR”, pero la que era más reiterativa era: “LIBERTAD PRESOS POLITICOS”. Todas estas pintadas, estaban “disimuladas” con rayas que hacían difícil su lectura..

El objetivo de aquel viaje de cinco días a Madrid, era el de visitar y tomar contacto con las empresas para las que estábamos haciendo el Curso de Utillaje en Sevilla. Unos iban para visitar las instalaciones de MARCONI, y otros los de la BRESSEL. A los que nos tocó visitar ésta segunda, pudimos comprobar que estás instalaciones estaban ubicadas en una zona casi despoblada de la zona de CHAMARTIN.

EN LA FÁBRICA

El acceso a la fábrica en aquel día frío de diciembre, lo pudimos localizar por los cientos y cientos de pequeñas huellas de zapato de tacón, (zapato de mujer), que se señalaban en aquel terreno despoblado que era de greda. Efectivamente, allí vimos a muchas mujeres trabajando, tanto en la línea de mecanizado (tornos automáticos, de alimentación vertical), como en una gran sala de verificación y muestreo de piezas. Las primeras con batas azules y las otras con batas blancas. Muchas mujeres, y aquello era como nuevo, en el concepto que muchos teníamos de una empresa.

(Valga como anécdota, que la gran mayoría de los que fueron a Madrid, con novia desde sus pueblos, al final se casaron con gente de la empresa,).

Con nosotros venía el Sr. Casillas (coordinador del Curso) y el Sr. Villota, que nada más llegar nos presentaron al Sr. Cabanas, un maño muy agradable y simpático, que era el Jefe de Fabricación. Entre otras cosas, esta empresa fabricada el simpático despertador de la marca CID, que tanto abundaba por aquellos tiempos en nuestras mesillas de noche y encima de nuestras cómodas. También tenemos que decir que posteriormente y en esta fábrica ocupó un puesto de cierta relevancia en fabricación, Enrique Ares Ares.

Este compañero tuvo la desgracia de que falleció en una sucursal bancaria de Gandia (Valencia), al producirse un atraco y encontrase allí casualmente con su señora y su hija. Al parecer a uno de los atracadores se le disparó la escopeta, pillándole de lleno a nuestro compañero. Enrique Ares, fue un alumno del Colegio Luís de Góngora, y saltó a las páginas de la prensa de Córdoba, porque había inventado un carburador que permitía que los coches funcionasen con gas-butano. Fue un hombre de mucha valía y destacó en los medios intelectuales de Córdoba.

En aquella primera mañana de nuestra visita a la fábrica, Eulogio y yo, estuvimos dialogando con un fresador, bigotudo y simpático, que resultó ser de Martos (Jaén), y que por las tardes daba clases de violín en un colegio cercano de monjas. Luego pudimos comprobar que abundaban lógicamente los trabajadores de Ávila, de Segovia, de Cuenca, de Puente Geníl, y de todas las partes de España. También nos enteramos de que la empresa Bressel, tenía un equipo de Balonmano, en competición nacional. Al parecer el compañero, Gascón García Álvarez de Sotomayor, por esta razón del balonmano, era conocido del hijo del Sr. Cabanas. 

EN LEGAZPI
  
Con ánimo de que ampliásemos nuestros conocimientos-empresa, el Sr. Cabanas, nos organizó una visita a una fábrica de Moldes de Inyección, ubicada en la zona del Barrio de Legazpi, el negocio tenía el nombre de INYECCIONES MADRID, y no nos recibieron bien, pues sólo nos dejaron “husmear” el taller de inyección, en donde nos cansamos de ver máquinas de la casa Sandretto, que con su operario al frente “expulsaba” una pieza de plástico en ciclos de tiempos muy cortos. Al taller de moldes, en donde estaban las fresas, los tornos, y los ajustadores, lo vimos desde lejos, pues el “encargado” un tal Peribañez, que era de Huesca, y al parecer muy receloso. Sólo nos enseñaron la máquina “Punteadora”, marca “HIDROTIP”, que se encontraba en una cabina ambientada y en la que el operario libreta en mano, iba fijando las “coordenadas”, en donde tenía que hacer el taladro o la perforación. Recuerdo que la “silueta” a mecanizar (taladro, perforación o hembra), la delimitaban con una serie de “puntitos a modo de referencia” que luego servía de referencia para el ajustador, que con la ayuda de una pequeña lupa, sabía hasta donde debía llegar el “desbaste”. Para conseguir luego la silueta o ajuste final fino.



Contrasta la existencia de aquellos medios de mecanizado y ajuste, con las máquina de  “perforación por hilo continuo”, o centros de mecanizado, que existen en la actualidad. Nos parecerá mentira recordar todos aquellos bancos de ajuste que había en la Sección de Talleres, en donde los profesores,  Sr. Alejandro San José, Sr. Pedro Obdulio Gallardo, Sr. Manuel Cano, Sr. Manuel Valle, Sr. José Acero, Sr. Francisco Valenzuela, Sr. Efrén Núñez, y Pedro Pérez, que aunque era tornero, empezó en la Sección de Ajuste de los Talleres Pre-vocacionales, se empeñaron en que aprendiésemos a limar plano y a escuadra, solamente utilizando las limas.

LOS CAFESES

Por las razones que hemos dicho, la visita resultó poco menos que un fracaso, al no poder observar nada de moldes. Quizás en compensación por ello, y dado que era por la tarde, el Sr. Cabanas, nos invitó a un café. Nos sentamos en una terraza que se llamaba “Café Legazpi”. Éramos catorce y para calcular la cuenta a pagar, el ínclito Sr. Villota, como acostumbraba a hacer siempre, sacó su “regla de cálculo logarítmica”, (que la llevaba siempre en el bolsillo superior de la chaqueta, como si fuera un bolígrafo más). No es que en el café nos echaran “azúcar de risa” es que nos mondamos de risa, cuando éste hombre, sevillano de pro, se quiso dar de hombre fino en el hablar y dijo: A ver cuantos CAFESES NOS HEMOS TOMADO PARA CALCULAR LA CUENTA”, Hasta el camarero que por lo visto era de Guadalajara, se mondaba de risa.

Volvimos en autobús y luego en Metro, haciendo trasbordo en Goya, y aún entrando por la puerta de la Residencia en donde parábamos, no se explicaba aún el motivo de aquella risa.

EL MINERO Y FIDEL CASTRO

Llegamos a la Residencia, poco más o menos con la hora de la cena empezada, por lo que pasamos al comedor y nos acoplamos en los sitios que quedaban vacíos. Nos tocó sentarnos en la mesa de unos residentes mineros de Gijón, que también estaban en la Residencia. Fue uno de ellos al que apodaban como “El faménculo” el que enarbolando un periódico MADRID, de aquella época, nos comentó de forma entusiasta que venía el discurso que había echado el día anterior Fidel Castro, en la Plaza de la Revolución “José Martí”,  para proclamar a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo. (22/12/1961).

lunes, 23 de abril de 2012

El tren y la Universidad


El padre Polvorosa, en una de sus platicas que nos echó, nos habló ya por aquellos tiempos (1958), del paisaje. Recuerdo que llegó a decirnos que los alumnos del Gran Capitán, éramos a la vía, (al tren), lo mismo que el Colegio Luís de Góngora, era al canal, (al agua).

Efectivamente El Colegio San Rafael, Juan de Mena y Gran Capitán, al estar orientados hacia la carretera de Madrid, nos dábamos con las vías en las narices. La verdad es que teníamos esa pequeña “ventaja”, pues en los recreos y aún desde algunas Aulas, se podían ver los trenes que pasaban y los vehículos que circulaban por la carretera de  Madrid.


La carretera pillaba bastante lejos, pero las vías las teníamos a tiro de piedra. Entonces no había valla de separación y cuando el “novísimo” tren TAF, "pitaba" y aparecía por la recta anterior a la piscina del Riñón, éramos algunos los que bajamos a las vías para poner alguna moneda y ver el efecto que sufría al paso del tren. También algunas veces era la misma pelota con la que se jugaba que caía al “lecho de la vía”. Evidentemente, aquello eran unas prácticas totalmente irreflexivas por nuestra parte y tuvieron que ser los mayores del Colegio, Parejo Polo, Rafael Gutiérrez, Eulogio López, Gascón Álvarez, Julio García, Teodoro Pérez, etc. etc. los que pusieran el grito en el cielo y se lo dijeran al Padre Bravo, el primer director que tuvimos.


El TAF (Tren Automotor FIAT) fue un conjunto de automotores diésel utilizados por Renfe entre las décadas de 1950 y 1980., y que vinieron a sustituir a aquellos vetustos trenes de madera. La llegada posterior del TER Y EL TALGO, también hizo que estos trenes quedarán ya casi en desuso. Su color blanco metalizado y su velocidad para aquellos tiempos, borraban la idea de aquel "Carreta" que una vez (1961), nos llevó desde Sevilla a Madrid, poco menos que en diez horas, parando en Espeluy y Álcázar de San Juan, para dar paso a todos los trenes que iban en dirección Madrid. 




A principios del año 1958, se procedió a colocar un cerramiento a base de malla de simple torsión, montada sobre pilares de tubos redondos. Aquello ya evitó todos aquellos peligros,. La empresa que puso la Malla, eran conocidos de Atalaya, un simpático compañero de Alcolea, que junto a Mudarra Aceituno y Torcuato Navarrete, (+), formaban el "trio de Alcolea". 

Pero inevitablemente la VIA, siempre tuvo una relación muy directa con el Colegio Gran Capitán y los alumnos externos. Llegaba el buen tiempo y eso se notaba por los bonitos atardeceres que se divisaban desde la puerta del Colegio,  y porque algunos alumnos externos, optaban en vez de esperar A LAS NUEVE, que era la hora de salida, a "adelantar" la salida después de la merienda “eludiendo el Estudio”, y por la VIA del ferrocarril, se marchaban a Córdoba. Y no crean Vds. que era una particularidad del Colegio Gran Capitán, ya que Juan Cebrián y Agudo, del Luís de Góngora, me han confirmando que ellos, también "se escapaban" para ver a sus novias que vivían en La Magdalena y en San Andrés, a pesar del control del Padre Jorge..



Solíamos llegar hasta la fábrica del Cemento, antigua Asland, y por la Algodonera (Cepansa), cada uno se dirigía para su barrio. Posiblemente el que llegaba el primero, era el "rubio jaro" Jualian Contreras Cantador, que vivía en el Barrio Gavilán. (cerca de Asland). Quien iba a imaginar por aquellos tiempos que en estas fábricas iban a ocupar puestos importantes, Juan Quirós Reyes, Daniel Navas Linares, Jesús Calero León, Manuel Huertas de Gracia y Rafael Navarro Llorente (+)., entre otros.

Paquito Estévez Jurado “El Chuli” y sus amigos “El Pelos”, (Carmona), y “El Cascarilla” (De La Haba), fueron los que tuvieron la mayor estadística de escapadas por la vía y de otras travesuras por los sótanos, fueron incluso "perseguidos" por los sótanos, por un hermano lego, que montado en su pequeño "mosquito" cuidaba a su manera del orden, sobre todo en relación a las tentaciones que suponian, tantas dependencias, con tantas mujeres jovenes. Obviamente estos compañeros solamente aguntaron hasta el 1958. Hoy precisamente en San Lorenzo, y tomándonos una copa, han confirmado este punto Juan Cebrían Quesada y Francisco Estévez Jurado. 

Bien es verdad de que algunas veces también, eran los responsables del Colegio, los que te decían: “Hoy no hay coche a la nueve, pues se ha averiado, por tanto el que se quiera marchar andando a Córdoba, lo puede hacer después de la merienda”. Cuando esto ocurría, íbamos en bandada por la carretera y casi siempre íbamos corriendo en plan de fondo. Varias veces que ocurrió esto, el primero que llegaba a Cañero, era siempre Antonio Gaitán Jiménez (+), que demostraba sus cualidades para las carreras de fondo. El amigo Gaitan, era una gran persona y muy trabajador, pero la suerte en la vida le dio la espalda totalmente en forma de accidentes, por lo que quedó muy disminuido fisicamente, hasta el punto que terminó vendiendo cupones de la ONCE.    

jueves, 19 de abril de 2012

Recuerdos...


Matías Reyes Obrero, fue un personaje singular entre aquellos empleados de los primeros tiempos de la Universidad Laboral. El “Chato Matías”, como familiarmente se le conocía, además de un buen carpintero, tenía dos grandes aficiones. El fútbol y la poesía.

Tres o cuatro años antes de morirse coincidíamos casi todos los domingos en el Campo del D. Bosco, (Salesianos), para ver el fútbol modesto. Yo lo pasaba muy bien, pues al margen de ver los partidos, el con sus chistes, sus ocurrencias  y su forma de ver la vida, alegraba a cualquiera.

Era el año 1994, y casualmente en el patio del Colegio, coincidimos con D. Blas Aniz Iriarte y su esposa, que habían venido a las fiestas de María Auxiliadora. Le saludamos correctamente y el nos correspondió.

El “Chato Matías”,  me comentó de que en el año 1982, les dieron un homenaje en la Universidad a los que llevaban 25 años, tanto a trabajadores como a profesores, y el amigo Antonio Borrego, “El de las Calderas”, le comentó lo siguiente:

D. Blas  “El Hermanisimo”.

“Fue un personaje irrepetible de la Universidad Laboral de aquellos años. Un día de Marzo de 1958, se presentó por la zona de los sótanos un tipo que parecía sacado del Cine provinciano de Berlanga, al parecer se llamaba Blas. Llegó en taxi al pequeño campo de deportes que había a la entrada de los sótanos. Se bajó del coche y después de pagar al taxista y anudar el pañuelo en donde guardaba el dinero, se adentró por aquella puerta por la que se accedía “A la Universidad sumergida”. Se paró ANTE LA SALA DE CALDERAS, en donde como siempre y embebido en su mono azul, se encontraba el amigo Borrego, que charlaba algo de  pesca con Cruz Carrascosa. Los dos se sorprendieron al ver a aquel personaje que vestía chaqueta de color gris oscuro, chaleco interior haciendo juego con una corta corbata de ribetes a rayas verdes. Llevaba pantalón de pana amarilla auténtica y zapatos de cordones gruesos y redondos. Por toda compañía llevaba en la mano derecha una vetusta maleta, que posiblemente al estar demasiado llena y fallarle el cierre, estaba rodeada por  unas aparatosas cuerdas en plan de seguridad y amarre.

Nada más tropezarse con el citado Antonio Borrego, le preguntó de forma muy educada por el “Palalinfo”, pero el amigo Borrego, creyendo que venía pidiendo algo, le encaminó hacia las cocinas, que era el cuartel general de las monjas.

Ante la sorpresa de Ana Madueño, de Francisca, de Casilda, y las demás mujeres,  se presentó en aquellas instalaciones de la cocina, que estaban “vedadas” para mucha gente. Fue la Hermana Imelda, tan grande y rotunda como siempre, la que le dijo: “Usted a donde va por aquí que no se puede entrar”. El, ni corto ni perezoso, dijo: “Mi sobrino es el Jefe de compras de aquí”.

Cuando en la cocina tomaron conciencia de que efectivamente era “tío del sobrino” y hermano por tanto del rector (D. Cándido Aniz Iriarte), todo fueron reverencias para el oscuro hombre de la maleta, incluso le llevaron casi en “parihuelas” al despacho del rector. Para más facilidad le llevaron incluso la maleta.

A los pocos días, volvió por la cocina, y empezando por la “toda poderosa” Hermana Imelda, y cualquier persona que mandase algo, este hombre pasó a ser D. Blas, el “Hermanísimo”. Atrás quedó la vieja maleta, su raída vestimenta  y su presencia ya no recreaba una escena de cualquier película de Berlanga, sino, que perfectamente trajeado iba y venía en el mejor coche  que se paseaba por toda la Universidad, no en balde, pasó a ser el secretario particular del Rector." 

Según me comentó el mismo Matías, cuando se marchó el padre Cándido, al poco tiempo le complicaron un poco la existencia a este hombre y poco menos le hicieron bajarse del coche bonito y montarse en cualquier vehiculo.