El bar Colón y aquellos primeros tiempos (1956-1961)
Amigo Anónimo, que conste que no me gusta contestar a personas que no se identifican pero en atención a esta página voy a intentar hacerlo.
Vaya por delante que mis colaboraciones van dirigidas fundamentalmente a mis antiguos compañeros de Universidad y de Colegio, por ello y por la confianza que tengo con ellos, no me preocupo de poner la bibliografía.
-Ante todo he de decir que al hacer la colaboración sobre el bar Colon, pretendía recordar a mis compañeros, un lugar o lugares que le debían resultar familiares. De camino, quise aprovechar la ocasión para “reinvindicar” la figura del torero Manolete, de tanta basura como le habían echado encima durante tanto tiempo y sobre todo después de aquella lamentable guerra. Para ello quise traer a la actualidad la opinión que del torero, tenían dos significados Republicanos, para que a modo de “revalida” quedara claro su expediente.
En un primer lugar relaté el tema de D. Indalecio Prieto, para aclarar de una vez por todas, el famoso tema de la “bandera”.
En segundo lugar quise mencionar su relación con el politico cordobés, D. Antonio Jaén Morente, y en vez de recurrir a los muchos artículos que hay sobre el tema, quise acudir a mi memoria y apuntes y tenía lo que sigue:
A últimos del año 2000, estaba terminando un trabajo sobre D. José María Gallego Rocafull, canónigo de la Catedral de Córdoba, exilado a Méjico durante la guerra civil. Estábamos haciendo un inventario y estudio de su obra literaria, así como de su vida docente en el país azteca. Para completar este trabajo estábamos interesados en obtener alguna foto del citado sacerdote y vimos el cielo abierto cuanto nos enteramos de que en la Ciudad de Puente Genil (Córdoba), Se anunciaba una exposición del poeta cordobés Juan Rejano, denominada “MEMORIAS DE UN EXILIO, en el que se exponía un Inventario de fotos relacionadas con el mundo del exilio español y sus gentes.
Dicha exposición como hemos dicho, tuvo lugar en Puente Genil, en el lugar llamado “el Convento de los Frailes”, y allí después de coronar la empinada calle, nos adentramos en aquel centro cultural.
Lo primero que nos encontramos fue unos paneles y banderas republicanas repetidas en varios testeros. Luego de pasar por varios expositores y vitrinas, llegamos a una primera galería y en ella pudimos ver una foto de la que colgaba un titulo inferior que decía: HOMENAJE AL PROFESOR D. ANTONIO JAEN MORENTE. EN LA EMBAJADA DE ECUADOR EN MEJICO. 1945.
En esa foto aparecían de izquierda a derecha: Pedro Garfias, Antonio Jaén Morente, Adolfo Sánchez Vázquez, Manuel Rodríguez “Manolete”, Orencio Muñoz, Juan Rejano, Iglesias del Portal, Francisco Azorín y Fernando Vázquez Ocaña.
La foto al igual que nosotros, la estaban viendo un grupo de personas acompañadas por un presunto familiar del poeta,. Dichas personas tenían que ser muy próximos al familiar, porque hablaban con él con mucha confianza. Al menos, uno que nosotros sepamos, debía de pertenecer a la Diputación de Córdoba, pues le habíamos visto en reiteradas ocasiones en el bar Puerto Rico, en compañía de otros funcionarios. El pariente del poeta, hizo un detallado recorrido por la foto, mencionando uno por uno a los que aparecían en ella. Lógicamente se detuvo con más detalle al mencionar a D. Antonio Jaén, sujeto principal del homenaje. Uno de los visitantes preguntó que es lo que hacía el torero (Manolete), en la foto, a lo que rápidamente contestó otro de los allí presentes, que había coincidido con D. Antonio Jaén, en el HOMENAJE, porque había ido a visitarle al Hospital en donde le estaban tratando un problema en la vista, ocasionado por la diabetes que padecía. Más adelante el guía, diría a los que le escuchábamos, que Jaén Morente, tenía una buena opinión del joven torero, y que en varias ocasiones había manifestado que se trataba de “un joven sano y lleno de nobleza”. Y que en todo momento había mantenido un papel digno y amable con los exilados. Allí se oyó hablar de derechos de autor, de memorias, de obra literaria, etc. Pues los que estaban en la foto, no eran para menos.
Como quiera que la versión que escuché, era más o menos, la que ya se conocía por distintos medios bibliográficos, es por lo que no tuve inconveniente en plasmarla, más o menos según mi interpretación. Yo creía que D. Antonio Jaén, habría escrito sus memorias, y en ellas habría referido lógicamente la opinión que tenía sobre el torero cordobés.
El que no publicara sus memorias, no invalida la opinión que en reiteradas ocasiones manifestó del famoso torero cordobés.
Existe una extensa bibliografía en donde se mencionan estos encuentros entre el torero y el profesor, pero yo le voy a indicar la que encuentro más a mano.
Como muestra:
En un apéndice de la obra Manolete en el Recuerdo. De José Luís de Córdoba, (Córdoba 1997). Pág. 188, puede Vd. Observar la opinión de este profesor sobre su paisano el torero cordobés, en conversación con el médico que le trataba su problema de la vista.
Distinguido anónimo:
-Sobre la frase que se escuchó allí alabando las virtudes del torero, y las que vienen en distintos libros y medios virtuales de comunicación, hay alguna variación. Tenga en cuenta que todo lo que vino del exilio mejicano, se prestaba siempre a distinta interpretación, porque aunque hablan el castellano como nosotros, Méjico, tiene una riqueza en vocabulario propio de los nativos. Muchas veces en aquel país tan grande, los conceptos como bondad, esforzado, rápido, limpio, etc. No tienen la misma equivalencia que en España.
Hasta tal punto, es esto así, que en Córdoba y con motivo de la vuelta de algunos exilados y republicanos de Méjico, (24 Octubre 1994) y aprovechando que se había abierto una nueva calle en Córdoba, llamada CORDOBA DE VERACRUZ. (Frente a la antigua Plaza de Toros, entre el antiguo surtidor de gasolina y el desaparecido Hotel Regina). Esta nueva calle comunica la antigua Avda. del Generalísimo, con la Plaza de San Hipólito. Los republicanos exilados en Méjico, apoyados por el Ayuntamiento de Córdoba, quisieron levantar un busto de homenaje al presidente mejicano Lázaro Cárdenas, en esta emblemática calle, en reconocimiento a la labor de acogida que había realizado con todos ellos después de la guerra.
Y digo que la confusión de lo que vino de Méjico era grande, que sorpresivamente el día de la inauguración solemne de dicho monumento, y cuando sonaban las atronadoras palmas del centenar de personas que esperaban que se descubriera el busto del presidente, surgieron las voces de su hijo llamado Cuauhtemoc Cárdenas, que dijo: ¡ESTE NO ES MI PADRE¡
El Alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, cariacontecido, empezó a sudar y sudar, lleno del bochorno lógico por el error que se había cometido, y que parecía una escena cómica sacada de cualquier película de Berlanga. Después de un mes con el pedestal vacío, ese error se corrigió no sin antes comprender, que todo lo que venía de Méjico, era bastante confuso. Los exilados se habían equivocado de rostro.
Vaya por delante que mis colaboraciones van dirigidas fundamentalmente a mis antiguos compañeros de Universidad y de Colegio, por ello y por la confianza que tengo con ellos, no me preocupo de poner la bibliografía.
-Ante todo he de decir que al hacer la colaboración sobre el bar Colon, pretendía recordar a mis compañeros, un lugar o lugares que le debían resultar familiares. De camino, quise aprovechar la ocasión para “reinvindicar” la figura del torero Manolete, de tanta basura como le habían echado encima durante tanto tiempo y sobre todo después de aquella lamentable guerra. Para ello quise traer a la actualidad la opinión que del torero, tenían dos significados Republicanos, para que a modo de “revalida” quedara claro su expediente.
En un primer lugar relaté el tema de D. Indalecio Prieto, para aclarar de una vez por todas, el famoso tema de la “bandera”.
En segundo lugar quise mencionar su relación con el politico cordobés, D. Antonio Jaén Morente, y en vez de recurrir a los muchos artículos que hay sobre el tema, quise acudir a mi memoria y apuntes y tenía lo que sigue:
A últimos del año 2000, estaba terminando un trabajo sobre D. José María Gallego Rocafull, canónigo de la Catedral de Córdoba, exilado a Méjico durante la guerra civil. Estábamos haciendo un inventario y estudio de su obra literaria, así como de su vida docente en el país azteca. Para completar este trabajo estábamos interesados en obtener alguna foto del citado sacerdote y vimos el cielo abierto cuanto nos enteramos de que en la Ciudad de Puente Genil (Córdoba), Se anunciaba una exposición del poeta cordobés Juan Rejano, denominada “MEMORIAS DE UN EXILIO, en el que se exponía un Inventario de fotos relacionadas con el mundo del exilio español y sus gentes.
Dicha exposición como hemos dicho, tuvo lugar en Puente Genil, en el lugar llamado “el Convento de los Frailes”, y allí después de coronar la empinada calle, nos adentramos en aquel centro cultural.
Lo primero que nos encontramos fue unos paneles y banderas republicanas repetidas en varios testeros. Luego de pasar por varios expositores y vitrinas, llegamos a una primera galería y en ella pudimos ver una foto de la que colgaba un titulo inferior que decía: HOMENAJE AL PROFESOR D. ANTONIO JAEN MORENTE. EN LA EMBAJADA DE ECUADOR EN MEJICO. 1945.
En esa foto aparecían de izquierda a derecha: Pedro Garfias, Antonio Jaén Morente, Adolfo Sánchez Vázquez, Manuel Rodríguez “Manolete”, Orencio Muñoz, Juan Rejano, Iglesias del Portal, Francisco Azorín y Fernando Vázquez Ocaña.
La foto al igual que nosotros, la estaban viendo un grupo de personas acompañadas por un presunto familiar del poeta,. Dichas personas tenían que ser muy próximos al familiar, porque hablaban con él con mucha confianza. Al menos, uno que nosotros sepamos, debía de pertenecer a la Diputación de Córdoba, pues le habíamos visto en reiteradas ocasiones en el bar Puerto Rico, en compañía de otros funcionarios. El pariente del poeta, hizo un detallado recorrido por la foto, mencionando uno por uno a los que aparecían en ella. Lógicamente se detuvo con más detalle al mencionar a D. Antonio Jaén, sujeto principal del homenaje. Uno de los visitantes preguntó que es lo que hacía el torero (Manolete), en la foto, a lo que rápidamente contestó otro de los allí presentes, que había coincidido con D. Antonio Jaén, en el HOMENAJE, porque había ido a visitarle al Hospital en donde le estaban tratando un problema en la vista, ocasionado por la diabetes que padecía. Más adelante el guía, diría a los que le escuchábamos, que Jaén Morente, tenía una buena opinión del joven torero, y que en varias ocasiones había manifestado que se trataba de “un joven sano y lleno de nobleza”. Y que en todo momento había mantenido un papel digno y amable con los exilados. Allí se oyó hablar de derechos de autor, de memorias, de obra literaria, etc. Pues los que estaban en la foto, no eran para menos.
Como quiera que la versión que escuché, era más o menos, la que ya se conocía por distintos medios bibliográficos, es por lo que no tuve inconveniente en plasmarla, más o menos según mi interpretación. Yo creía que D. Antonio Jaén, habría escrito sus memorias, y en ellas habría referido lógicamente la opinión que tenía sobre el torero cordobés.
El que no publicara sus memorias, no invalida la opinión que en reiteradas ocasiones manifestó del famoso torero cordobés.
Existe una extensa bibliografía en donde se mencionan estos encuentros entre el torero y el profesor, pero yo le voy a indicar la que encuentro más a mano.
Como muestra:
En un apéndice de la obra Manolete en el Recuerdo. De José Luís de Córdoba, (Córdoba 1997). Pág. 188, puede Vd. Observar la opinión de este profesor sobre su paisano el torero cordobés, en conversación con el médico que le trataba su problema de la vista.
Distinguido anónimo:
-Sobre la frase que se escuchó allí alabando las virtudes del torero, y las que vienen en distintos libros y medios virtuales de comunicación, hay alguna variación. Tenga en cuenta que todo lo que vino del exilio mejicano, se prestaba siempre a distinta interpretación, porque aunque hablan el castellano como nosotros, Méjico, tiene una riqueza en vocabulario propio de los nativos. Muchas veces en aquel país tan grande, los conceptos como bondad, esforzado, rápido, limpio, etc. No tienen la misma equivalencia que en España.
Hasta tal punto, es esto así, que en Córdoba y con motivo de la vuelta de algunos exilados y republicanos de Méjico, (24 Octubre 1994) y aprovechando que se había abierto una nueva calle en Córdoba, llamada CORDOBA DE VERACRUZ. (Frente a la antigua Plaza de Toros, entre el antiguo surtidor de gasolina y el desaparecido Hotel Regina). Esta nueva calle comunica la antigua Avda. del Generalísimo, con la Plaza de San Hipólito. Los republicanos exilados en Méjico, apoyados por el Ayuntamiento de Córdoba, quisieron levantar un busto de homenaje al presidente mejicano Lázaro Cárdenas, en esta emblemática calle, en reconocimiento a la labor de acogida que había realizado con todos ellos después de la guerra.
Y digo que la confusión de lo que vino de Méjico era grande, que sorpresivamente el día de la inauguración solemne de dicho monumento, y cuando sonaban las atronadoras palmas del centenar de personas que esperaban que se descubriera el busto del presidente, surgieron las voces de su hijo llamado Cuauhtemoc Cárdenas, que dijo: ¡ESTE NO ES MI PADRE¡
El Alcalde de Córdoba, Herminio Trigo, cariacontecido, empezó a sudar y sudar, lleno del bochorno lógico por el error que se había cometido, y que parecía una escena cómica sacada de cualquier película de Berlanga. Después de un mes con el pedestal vacío, ese error se corrigió no sin antes comprender, que todo lo que venía de Méjico, era bastante confuso. Los exilados se habían equivocado de rostro.
M. Estévez
Como contesté en el artículo "El bar Colón y aquellos primeros tiempos", soy GLORIA CASTRO U. y salgo como anónimo porque no pude entrar AL BLOQ de otra manera. No sabe cuánto agradezco su respuesta a mi pregunta. Curiosamente yo tengo esa fotografía que usted menciona vió en la exposición de Juan Rejano en Puente Genil. Y como mencioné en comentarios del otro artículo, me interesa cualquier detalle de Don Antonio Jaén M. Y qué le puedo decir de lo que comenta en este?, soy nieta de exiliado en México!!!! Se puede imaginar lo que agradezco una anécdota tan interesante y desconocida para mí. Muchísimas gracias a ambos!!!! gloriacas3@hotmail.com
ResponderEliminarComo contesté en el artículo "El bar Colón y aquellos primeros tiempos", soy GLORIA CASTRO U. y salgo como anónimo porque no pude entrar AL BLOQ de otra manera. No sabe cuánto agradezco su respuesta a mi pregunta. Curiosamente yo tengo esa fotografía que usted menciona vió en la exposición de Juan Rejano en Puente Genil. Y como mencioné en comentarios del otro artículo, me interesa cualquier detalle de Don Antonio Jaén M. Y qué le puedo decir de lo que comenta en este?, soy nieta de exiliado en México!!!! Se puede imaginar lo que agradezco una anécdota tan interesante y desconocida para mí. Muchísimas gracias a ambos!!!! gloriacas3@hotmail.com
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